viernes, 27 de marzo de 2015

¿Nacemos en cada lugar para algo?

¡Viedma! ¡Viedma! ¡Viedma! No sé si tenga tanta suerte, pero ya saben que con esperanzas se viven y yo quiero simplemente llegar a Viedma, justo antes de que se me acabe el otoño y los exámenes me tapen la cabeza. ¿Por qué Viedma? No importa realmente el lugar, solo tengo de momento una necesidad desesperada de enamorarme de Patagonia, casi como ir al encuentro de un desconocido con la simple esperanza de que este nos llene el alma, y además justo ahí vive mi mejor amiga de la infancia, una de esas personas que hace la distancia tan horriblemente hermosa. Y aparte de juntarme con Sofi, mi gran amiga, también podría conocer el mar (acá es cuando me ven saltando de emoción por todos lados), ya que no conozco una masa de agua estancada (en el buen sentido) mayor a la de un lago… Además también me emociona la posibilidad de conocer un poco más de este hermoso país, ya que a decir verdad conozco muy poco. Esto lo noté el otro día, hablando con unos viajeros brasileros, que me preguntaron “¿Conoces toda Argentina?” Claramente la respuesta fue que no, cosa que me hace ver que no sabemos nada de los lugares donde vivimos, incluso pensar que estando a pocos kilómetros de Talampaya, Laguna Brava, Cuesta de Miranda, una mini parte de la tremendísima Cordillera de los andes y cuantos otros lugares en mi provincia, no me doy el tiempo de conocerlos. También pienso en los bosque que están desapareciendo en Chubut por culpa de unos hijos de re mil puta (disculpen mi mal vocabulario, pero no existe una forma amable de denominarlos), y me apena darme cuenta que hay gente que, aun viviendo ahí cerca, no llegó a descubrirlos como se merecían y puede que nunca lo hagan… ¿Qué quieren que les diga? Siento que nos han robado un poquito de sol a todos con esos incendios.

Volviendo al tema, si me aferro a la idea de que las cosas pasan por algo, también he de admitir que nacemos en cada lugar por algo, y yo quiero saber para qué.

P/D: Sé que no deberíamos hacernos cargo de los errores de los demás, pero hay situaciones que lo ameritan, así que por favor, firmen los que puedan, recuerden que todos somos el bosque http://www.hagamoseco.org/petitions/para-que-se-apruebe-la-ley-que-impida-la-venta-de-tierras-afectadas-por-el-fuego-en-la-patagonia?bucket&source=facebook-share-button&time=1426874565

El Atlas perdido

Hace unos días opté por deshacerme de tantos recuerdos y souvenir inservibles, que no hacen más que ocupar espacio y que en el fondo no me llenan en lo absoluto. Así que mientras terminaba de llenar la tercera bolsa de basura (basura emocional para ser precisos), descubrí un par de cosas raras en mi biblioteca, una pequeña colección de mapas que sin querer he ido guardando durante mucho tiempo. Generalmente me sucedía que al ir a una nueva ciudad solía pedir el mapa de la provincia o el plano de la ciudad en sí y que al volver los guardaba como pequeños tesoros sin siquiera notarlo. Incluso guardó hasta los mapas que usaba en el colegio y hasta me apropié de unos viejos mapas de mi mamá. Y los encontré, un poquito por acá y otros en algún rincón junto con los pasajes y alguna entrada a algún museo. Raro ¿no?

Una parte del atlas...
Así que aquí estamos, con mapas, pasajes, entradas a grandes lugares y muchos recuerdos. Espero que se conviertan en muchos más...

lunes, 23 de marzo de 2015

Instrucciones para una Nahi un poco más joven

Ayer pasó de nuevo, un año más se me fue y seguimos preguntándonos ¿qué es la vida? Lo cierto que aún no lo sé y tampoco tengo ganas de intentar responder. Tan solo quiero escribirle a la Nahi de quince años, a ver si por casualidades alguien viaja en el tiempo y le da estas instrucciones.

Hola pequeña:
Has crecido mucho, incluso han pasado varios años desde que empezaste a ser consciente de esta realidad del orto, así que creo que es momento de decirte que no te asustes, que las cosas no empeoran nunca, solo les gusta amenazar. También estaría bueno decirte que vas a ser una gran escritora, solo que cuesta demasiado, a no frustrarse y practicar. Además tienes que saber que te gustan las montañas, los viajes, el sabor a poleo y los amaneceres, sería lindo que empezaras a dormir más y no te dejes maravillar por esa farsa de la adolescencia, `porque te va a empezar a doler mucho el hecho de que cedas esas cosas que te podrían hacer muy feliz, solo por encajar en una etapa.
Tal vez sea inevitable que te empieces a sentir sola si buscas lo que quieres, pero vamos, que así te será más fácil encontrar con quien compartir lo que te llena de vida y no te pasaras los siguientes cinco años preguntándote por qué eres tan rara (cuando en realidad no lo eres).
Y tienes que saber algo muy importante: Las distancias siempre serán hermosas porque generan los encuentros más sentidos y los lazos que sobreviven a ellas son más fuertes, pero también duelen bastante, así que por favor, trata de no enamorarte los siguientes años de los destinos lejanos. Tal vez resulte imposible no hacerlo, pero vamos, te lo estoy advirtiendo porque no quiero que sufras. Ojo, que no digo que el dolor sea malo, nos ayuda a crecer, solo que no quiero que te sientas asfixiada creyendo que este lugar no es tu casa, y vamos, que tu casa eres tú misma.
Volviendo al amor, enamórate con locura de cada día, de cada amanecer, de cada uno de tus rulos, de cada una de tus pestañas, de cada parte de tu cuerpo, de las personas que aún están, de cada árbol, de cada bosque, de cada montaña y de cada momento… Enamórate de todo hasta que aparezca alguien que le pueda robar un poquito de romance al mundo, porque si, va a aparecer y no morirás sola con cuarenta gatos, vamos, que ni te gustan los gatos. Mientras tanto no te aferres a nadie, ni amigos ni familia, las personas a la larga siempre se van, por unos momentos o por eternidades, no te aferres para que puedas disfrutar su compañía sin contemplar a cada instante el momento en el que se irán.
Para ir terminando solo te pido que no te culpes ni te atormentes… Las personas que están lejos no pueden tocarte ni hacerte daño, y no es tu culpa que ellos no estén aquí ni intenten acercarse. Ambas sabemos cuánto lo intentas, cuantas ganas tienes de arreglar todo, pero por favor, no lideres batallas que no son tuyas, porque vas a tener todas las de perder.

En fin pequeña, no seas por nadie, se por ti…

viernes, 13 de marzo de 2015

2015 ¿De quién eres?

Luego de hacer cumbre en el cerro de la cruz, en La Rioja, Argentina.
Foto de Karen Alurralde
“El 2015 es nuestro año” me dijo alguien hace exactamente dos meses. Para ese entonces yo estaba en Junín de los andes, en el norte patagónico, viviendo una de las experiencias más cautivantes de mi vida y por supuesto que le creí. Sin embargo una semana después ya estaba en casa teniendo una de las crisis más grandes de todo mi tiempo. Entonces saltó la pregunta obvia “si este no es mi año ¿de quién es?”  Y vuelta a lo mismo de que esta ya no era mi vida, que ya no era mi momento, que se me pasaba el tiempo y que casi tengo veinte años y no hice nada memorable…
Justamente por eso me reuní con dos amigas que de a poco se van convirtiendo en una especie de hermanas mayores. Nos pasamos el día hablando, sin ganas y sin intenciones, de la soledad.  Entonces me acordé de Georges Perec y su hombre
dormido, que no era más que un tipo asustado, que temía perder su libertad si seguía el ritmo de la sociedad en la que vivía. Pero más que pánico a la sociedad era al poder que él le daba, a no saber qué tan dueño era de si y de su intimidad y que tantos secretos le había arrebatado su vecino a través de las paredes de papel. Lo traigo a mi vida y no sé bien que me asusta, si la soledad, si la compañía que genera ataduras o tal vez el vacío de la gente que ya se ha ido. Creo que es de todo y un poco más, sin olvidar claro, mi empeño en encerrar todo lo que siento en la pantalla del celular, como si fuera espacio suficiente.
Y hablamos durante la mañana y la tarde, entre mates y sin almuerzo. Recordando una anécdota divertida, evocando un sentimiento profundo, maldiciendo que este mundo sea tan grande y nosotros tan ínfimos. Incluso putear esa tendencia que compartimos a amar los destinos lejanos, porque el camino hacia ellos está lleno de abismos. Malditas distancias…

Después de esa larga charla volví a casa, sola como siempre, para encontrarme las habitaciones más que vacías y sin recuerdos. Pensar que mis mejores recuerdos se han perdido en otras ciudades y que por eso se sienten tan falsos… Al final si, se me están pasando los años, incluso este 2015, que con lo bueno y con lo malo también se me va a pasar…

Mi Camino es Amor

No sé ni a donde estoy parada en estos momentos, tan solo falta una semana para mis dos décadas y no estoy segura de a donde quiero ir, que quiero hacer o siquiera si quiero festejar ese día supuestamente especial. Lo único que puedo asegurar es que estoy creciendo, y sacando las frustraciones y los momentos tristes, se siente tan bien hacerlo. Pero obviamente que siempre estará la duda de hacía donde quiero ir, cual será el proyecto que armaré... Sinceramente tantas dudas me aterran, aunque con mi espíritu de curiosa insaciable, temo mucho más no poder responderlas. Así que ya es momento de ir y empezar a vivir, por eso lector errante, te invito a caminar conmigo.